- ¿A qué esperáis? Lord Byron ocupó un escaño en la Cámara de los Lores a las 21 años, y a los 19 había publicado su libro de poemas Horas de ocio. Wieland, el poeta alemán, leía de corrido a los tres años, a los siete traducía del latín a Cornelio Nepote, y a los dieciséis escribió su primer poema didáctico de El Mundo Perfecto. Lope de Vega y Calderón, empezaron muy temprano, uno a los doce años y otro a los trece. Lope cambiaba sus versos con sus condiscípulos por juguetes y láminas, y a los doce años ya había compuesto dramas y comedias. Víctor Hugo no tenía más que quince años cuando escribió su
tragedia Irtamene. Keats, el más grande de los poetas jóvenes de Inglaterra, murió a los veinticuatro años, ya célebre. Cervantes alcanzó la inmortalidad antes de los cuarenta años.-
Después vino mi profesor de Física y Química y nos dijo muy serío:
- ¿A qué esperáis? Marie Curie fue, quizás, la mujer más excepcional del siglo XX y de la historia de la Ciencia. Marie fue La primera de la promoción en la carrera de Física, la primera mujer en doctorarse en
Francia, la primera mujer en obtener un Premio Nobel, la primera mujer en obtener una Cátedra
en la Sorbona, el primer científico en obtener dos Premios Nobel. Dorothy Crowfoot Hodgkin, famosa por la utilización de la difracción de los rayos X en el estudio de la estructura de las macromoléculas, recibió en 1964 el Premio Nobel de química por determinar la estructura de los compuestos bioquímicos esenciales para combatir la anemia perniciosa. Maria Goeppert-Mayer, fue física estadounidense de origen alemán y premio Nobel, conocida por sus estudios sobre la estructura nuclear y compartió el Premio Nobel de Física. Barbara McClintock,
fue genetista y premio Nobel estadounidense, famosa por el descubrimiento de que los genes pueden cambiar de posición en los cromosomas, hallazgo importante para la comprensión de los procesos hereditarios. Ganó el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1983. Albert Einstein a los 25 años desarrolló probablemente, la ecuación de la física más famosa de la historia que es la expresión matemática de la equivalencia masa-energía, E=mc2 .-
A tercera teníamos música y la profesora nos dijo:
- ¿A qué estáis esperándo?- Haendel a los diez años había compuesto un libro de sonatas. Mozart no parecía que necesitaba de maestros para aprender. A los cuatro años cuando aún no sabía escribir, ya componía tonadas; a los seis arregló un concierto para piano, y a los doce ya no tenía igual como pianista, y compuso la Finta Semplice, que fue su primera ópera. Göethe antes de cumplir los ocho años escribía en alemán, en francés, en italiano, en latín y en griego, y con el mismo afán estudiaba la música y el dibujo, y toda especie de ciencias.
Esto me mosqueaba porque nunca pude sacarle más de tres notas al órgano Yamaha. Yo ya estaba que me salía.
A cuarta vino mi profesor de Dibujo y nos dijo:
- ¿A qué esperáis?- Leonardo de Vinci sobresalió desde la niñez en las matemáticas, la música y el dibujo. En un cuadro de su maestro Verrocchio pintó un ángel de tanta hermosura que el maestro, desconsolado de verse inferior al discípulo, dejó para siempre su arte. Tintoretto era un discípulo tan aventajado que su
maestro Tiziano se enceló de él y lo despidió de su servicio. Entre los pintores y escultores han sido muchos los que se han
revelado en la niñez. El más glorioso de todos es Miguel Ángel. La pintura y la escultura
eran entonces, oficios bajos, y el padre, que venía de familia noble, gastó en vano razones y golpes para convencer a su hijo de que no debía ser un miserable cortapiedras. Al poco tiempo el aprendiz pintaba mejor que el maestro; adelantó con tanta rapidez en la escultura que a los dieciocho años admiraba Florencia su bajorrelieve de la Batalla de los Centauros; a los veinte hizo el Amor Dormido, y poco después su colosal estatua de David. La precocidad de Rafael fue también asombrosa. Rafael pintó su Escuela de Atenas a los veinticinco años y su Transfiguración a los treinta y siete. Pablo Ruiz Picasso. pintó con tal solo cinco años su primer cuadro, que representaba un Picador.
A quinta hora vino el profesor de informática y - me cachis en los merengues - nos dijo:
¿A qué esperáis para arrancar el ordenador? Buscar en esta dirección- Así que entramos y descubrimos a un chaval, Victoriano Izquierdo, un pive con 17 años que no era del pleistoceno, ni del romanticismo, si no de Granada, estudiante de 2º de Bachillerato. No era arquitecto, ni matemático, ni músico, ni escritor, ni inventor, y que yo sepa no sabía declamar La Ilíada de Homero (que narra la guerra de Troya) en griego. - ¡Pero "Chacho" que página web tenía el colega y que fotos "Chacho"!
A sexta hora ya me habían deprimido. No tenía ganas de dar clase.
Llegué a mi casa y tiré la maleta de cuero gastado al suelo. Me metí en mi cuarto cerrando la puerta y me
desparramé en la cama. Encendí el mp3 y lo puse a "toda mecha", mientras en el almanaque tachaba la marca 40 de mi record guiness particular. De pronto ya no escuchaba la música, tenía la mirada fija en la primera hoja de mi cuaderno de notas de 1953 donde una tras otra aparecían con machacona insistencia: "
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